Comenzamos con la posición de las manos con las que se suele representar siguiendo la tradición greco-romana un método propio de distinción de gestos. Muchas alusiones iconografias se refieren al esquema clásico de la Oratoria ciceroniana.
Si tomamos las partes del discurso clásico, los oradores comienzan con el “exordio” en otras palabras, levantan la mano pidiendo atención y a continuación viene la “narración”. Lo encontramos en tantas representaciones pictóricas de Jesús, pero tambien de los Papas, Obispos, Santos y doctores de la Iglesia.
La mano derecha alzada con los dedos índice y medio alzados mientras el meñique anular eran sostenidos por el pulgar, era utilizada para cuando una persona estaba a punto de decir algo importante.
El gesto del maestro que enseña Mostrando la mano derecha alzada a la altura de la cara, con el dedo índice estirado hacia arriba, mientras que la mano izquierda tambien alzada, pero por debajo de la derecha con la palma hacia el cielo y los dedos un poco replegados.
Con la mano un tanto alzada se extienden los dedos índice y medio, similar al Cristo bendiciendo. un gesto muy recomendado para la retórica. La atención se señalaba de una manera muy similar a la actual, con un gesto de puño cerrado y alzando únicamente el dedo índice. Precede a al go importante que se va a anunciar. Esta presente en tantas escenas de la Anunciación de la Virgen, pero también cuando el Señor -como dice los Evangelios- enseñaba con autoridad. Es interesante señalar como Michelangelo lo representa en la escena de la Creación en la Cappella Sistina señalando con el dedo.
El gesto de adoración y oración Las manos unidas evocan una atmósfera de piedad y contemplación. Este gesto tan reconocible en el dia de hoy en dia, aparece en el año 1000 y se lo encuentra tanto en pintura como en escultura. Hay gestos que son idénticos en diversas culturas y religiones, y se utilizan con el mismo fin.
El gesto de bendeción Con las manos y brazos extendidos hacia ambos lados de su cuerpo. Las palmas pueden estar hacia delante o hacia abajo. Al Cristo bendicente se lo representa con la mano un poco alzada elevado los dedos índice y medio, mientras que con el pulgar sujeta el anular y el meñique. El signifcado de mostrar los tres dedos significa la Trinidad.
Otra de las posturas de mano que solían acompañar la figura de Cristo era la de “bendición”; la mano derecha intenta imitar las letras “IX XC”, una abreviatura muy utilizada de las palabras griegas correspondientes a Jesús (IHCOYC) y Cristo (XPICTOC). Este gesto también representa la Trinidad y la Unidad de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El gesto de sinceridad, obediencia y fidelidad Una palma abierta denota confianza, sinceridad y ausencia del mal. Generalmente era utilizada por las personas que hablaban con los santos.
Las manos cruzadas ante el pecho, normalmente a la altura de las muñecas. Manos abiertas y pegadas al cuerpo.
Los santos que habían superado varias pruebas en vida y se habían mantenido fieles a Cristo solían ser retratados mostrando el dorso de las manos cruzadas sobre su pecho.
El gesto de sorpresa y asombro
La mano también puede indicar sorpresa, asombro algo sorprendente, milagroso. Está muy presente en las escenas de los milagros de Jesús.
El gesto de rechazo
Está especialmente presente en los conocidos como Noli me tangere ("no me toques") , o sea, las palabras que Cristo dirige a María Magdalena después de su resurrección. En el griego original la expresión es μὴ μoυ ἅπτoυ, que sugiere una acción que continúa en el tiempo; por lo que una posible traducción es también "no me retengas"
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