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El escapulario del Carmen, privilegio sabatino



¿Qué es el escapulario?


El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita. Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.

El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, “un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia”. (Sacrosanctum Concilium 60).

Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes visten devotamente su escapulario, es lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su escapulario.

A finales del siglo XII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. En 1251, la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a San Simón Stock, General de los Carmelitas, con el escapulario de la Orden en sus manos, y le dijo: “Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno”; es decir, quien muera con él, se salvará.

La medalla-escapulario debe tener por una parte la imagen de Jesús con el Corazón, y por la otra una imagen de la Virgen bajo cualquier advocación. Los escapularios ha de estar bendecida por un sacerdote. La imposición debe realizarse con Escapulario de tela. Una vez impuesto, los Escapularios que se vayan utilizando solo será necesario que sean bendecidos. Y los que se desechen, no deben tirarse a la basura, sino que se deben quemar o enterrar como signo de respeto.

El Beato Papa Gregorio X fue enterrado con su escapulario. 600 años después, cuando abrieron su tumba, el Escapulario que él portaba estaba intacto. Lo mismo ocurrió con San Alfonso de Ligorio y San Juan Bosco.


Privilegio sabatino


El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino. Según la tradición, a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y tres meses, la Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, y le anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, y añadió: “Quiero que anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino, - o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados -, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado siguiente a su muerte sean trasladadas sus almas al cielo”.

El privilegio sabatino fue muy impugnado, no histórica, sino teológicamente, llegando el Inquisidor General de Portugal, en 1609, a prohibir a los Carmelitas el predicarlo. Estos apelaron al Romano Pontífice, quien confió la causa al Santo Oficio, y por fin, en 1613 dio un decreto renovado literalmente por Inocencio XI (1678), San Pío X (1908) y Pío XI (1922). Pío XII en la Carta del Escapulario del Carmen (1950), dice: “Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su intersección, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha trasmitido” con estas palabras: “Yo, su Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos hallaré en el Purgatorio los liberaré y los llevaré al monte santo de vida eterna”.


La experiencia de los santos


SAN PEDRO CLAVER - se sirvió incesantemente del escapulario del Carmen en su apostolado con los esclavos en Colombia.

SAN BUENAVENTURA - decía: “revístanse de su santo escapu- lario y ella los conducirá al puerto de la conversión”.

SANTA TERESA DE JESÚS - con frecuenta se gloriaba de llevar el escapulario como indigna carmelita y velaba para que sus religiosas no dejaran de dormir con él puesto.


SAN JUAN DE LA CRUZ - al fraile que lo asistía en su última enfermedad, el santo le preguntó muchas veces qué día de la semana era. Falleció en la alborada de un sábado, 14 de diciembre de 1591.

SAN CLAUDIO DE COLOMBIERE - nos dice «Yo quería saber si María en realidad se había interesado en mí, y en el escapulario Ella me ha dado la seguridad más palpable. Sólo necesito abrir mis ojos, Ella ha otorgado su protección a este escapulario.

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO - usaba el escapulario y lo recomendaba insistentemente a los fieles. El escapulario con el que fue enterrado permaneció incorrupto en el sepulcro y hoy es venerado en un relicario en Marianella, su ciudad natal.

SAN PIO X - declaró que una persona válidamente investida en su Escapulario de tela podía llevar después la medalla-escapulario en su lugar.

SAN JUAN BOSCO - lo recibió en la infancia y lo difundió durante toda la vida. Fue enterrado en 1888 con el escapulario. En 1929, el escapulario fue encontrado en perfecto estado de conservación, bajo las ropas podridas y los restos mortales momificados del gran apóstol e incomparable educador de la juventud.

SAN MAXIMILIANO KOLBE - decía que era uno de los tres regalos ofrecidos por la Inmaculada para la salvación de la humanidad.

SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ - recordaba: “Lleva sobre tu pecho el santo escapulario del Carmen. Pocas devociones -hay muchas y muy buenas devociones marianas- tienen tanto arraigo entre los fieles, y tantas bendiciones de los Pontífices”.


SAN JUAN PABLO II - "Desde mi juventud llevo en el cuello el escapulario de la Virgen y me refugio con confianza bajo el manto de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Jesús. Espero que el escapulario sea para todos, particular- mente para los fieles que lo llevan, ayuda y defensa en los peligros, sello de paz y signo del auxilio de María”


Lo que debes saber del escapulario


# No es un amuleto No es un amuleto ni ninguna garantía automática de salvación o una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana.

# Fue una vestimenta La palabra “Escapulario” viene del latín “scapulae” que significa “hombros” y originalmente era una vestidura sobrepuesta que caía de los hombros, usada por los monjes en el trabajo. Los carmelitas lo asumieron como muestra de dedicación especial a la Virgen, buscando imitar su entrega a Cristo y al prójimo.

# Es un regalo de la Virgen María El escapulario fue dado por la propia Virgen María a San Simón Stock el 16 de julio de 1251, que le dijo: “Debe ser una señal y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: Aquel que muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno”. Más tarde la Iglesia concedió que el escapulario pudiese ser usado también por laicos.

# Es un mini hábito Es como un hábito carmelita en miniatura. Consiste en un cordón que se coloca en el cuello con dos piezas pequeñas de tejido de color marrón. Una de las piezas queda sobre el pecho y la otra sobre la espalda y se acostumbra usar bajo la ropa.

# Es un sacramental Es reconocido por la Iglesia como un sacramental, o sea, una señal que ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. El escapulario no produce per se la gracia como hacen los Sacramentos, pero dispone al amor del Señor y al arrepentimiento si recibido y usado con devoción.

# Puede ser dado a un no católico Cierto día, llevaron al Santo Stock un anciano moribundo, que al recuperar la consciencia dijo al santo que no era católico, que usaba el escapulario como promesa a sus amigos y que rezaba un Ave María diariamente. Antes de morir, recibió el bautismo y la unción de los enfermos.

# Fue visto en una aparición de Fátima Lucía, la vidente de Nuestra Señora de Fátima, contó que en la última aparición (octubre de 1917), Nuestra Señora María apareció con el hábito carmelita y el escapulario en la mano y volvió a pedir que lo llevasen con reverencia.

# No puede ser impuesto por cualquiera El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote y puesto sobre el devoto rezando la siguiente oración: “Recibe este santo Escapulario como señal de la Santísima Virgen María, Reina del Carmelo, para que, con sus méritos, lo uses siempre con dignidad, sea tu defensa en todas las adversidades y te conduzca a la vida eterna”.

# Solo se bendice el primer Escapulario que se recibe Cuando se bendice el primer escapulario, el devoto no precisa pedir la bendición para escapularios posteriores. Los ya gastados, si fueron bendecidos, no deben ser tirados en el basurero, sino pueden ser quemados o enterrados como señal de respeto.

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